lunes, octubre 10, 2005

Take your broken wings and learn to fly once more: "mitad inconfundiblemente segunda"

Además de no plagiar la segunda parte del título a Macedonio, debería abrir un blog nuevo. Pero ya estoy tan habituado a andar por esta casa cibernáutica como por el inmueble donde resido y me parecería grotesco compartimentar en demasía mis empresas, siendo todas ellas capítulos de la misma vida.

Oficiando de Miguelito de Mafalda, yo, que -para qué los voy a engañar- siempre me he sentido más identificado 'al alimón', que dirían en Gallegolandia Bárbara, con Felipe y con el próspero empresario hispanoargentino D. Manuel Goreiro [h], he caído en la cuenta de que el "backstage" de cierta página web no es tan idílico como nos quieren hacer creer algunos, y se manifiestan allí -vía MSN y teléfonos y viajes y mensajes privados- asuntos que constituyen casi leyendas urbanas: historias de mantenidas locales y cafiolos transatlánticos, de Amos del Universo (bastante giles, dicho sea de paso) que desde el mando de su paraíso artificial y la insuperable altura de la estatua que se han erigido a sí mismos se sienten la reencarnación cibernética de He-Man ;-), personas que efectúan el cómputo de sus etapas vitales ¡según los acontecimientos que acaecen en el foro donde participan y parece serán considerados hitos colectivos por los historiadores del futuro!, hombres lobo mirando al sudeste (que suelen coincidir con los alevines de He-Man), matrimonios que niegan serlo y andan de levante por la misma comunidad haciendo cada uno la suya, gentes exaltadas de diversa índole que se atribuyen unas a otras atroces conductas reales o imaginarias, muchachas en flor canallescamente abandonadas por cobardes holgazanes itinerantes sin oficio ni beneficio, y otras muchas cosas asombrosas más, resueltas en raros y locos enredos de fulanos y menganas que, si uno pone un post diciendo tal o cual cosa a determinado nick, entonces imaginan que te la pasás horas conspirando en su contra como si protagonizáramos un añejo capítulo de "El agente de CIPOL" o del "Súper Agente 86"...

Esto de mezclarme continuamente con insanos y tomarlos por gente cuerda me sucede quizás no sólo por ir desprevenidamente de Miguelito a esta avanzada edad, sino por admirar a Siegfried, el agente estrella de la organización KAOS, aquél que huyó de El Alamein, fue capturado por los aliados y tras fugarse del campo de prisioneros recaló, naturalmente, en nuestra República Meramente Argentina (© Jorge Luis Borges, 1935 ;-)). No quiero tener nada que ver con tan demenciales cuestiones. Ergo: le puse a todo bicho conocido de ese magnífico sitio el "no admitido" en el MSN, cosa de no quedar mezclado ni por casualidad con tan interesantes (para los psicópatas involucrados) cuestiones. Igual, por mail atenderé con la habitual cortesía y deferencia a los que de entre ellos todavía se conservan más o menos sanos.

Vamos a empezar de nuevo. Y con otros propósitos. Estamos en vísperas de elecciones y no sé cómo zafar de ir a votar: en mi tierra el voto es obligatorio, y la Constitución se ríe (reforma mediante) del derecho a votar obligatoriamente pero en blanco, ¿pueden creerlo? Lo que copiaré en breve como siguiente entrada será un laaaaargo texto acerca del análisis de ciertas realidades, originariamente inserto en otro blog y alguna vez enlazado por uno de mis comentaristas en cierta página donde él gusta conspirar más eficazmente que los pirados antedichos y que supe en su día conservadoramente desvanecer en las espumas negras del cibespacio (no me dirán que en materia de imágenes no soy creativo).

3 comentarios:

Ignis fatuus dijo...

Se cuecen, sí, historias de lo más curiosas en determinados foros. El que se revela, el que se tapa y el que distorsiona prioridades e importancias. Supongo que muchos medios de comunicación, sobre todo los más "cobardes", los más "entre sombras" son, como muchos oímos -o leímos- alguna vez "un nido de proliferación de inadaptados". Uno puede "usarlos" o simplemente acabar sobado de tanto degenere. Cuánto quiere uno involucrarse, de qué manera, con qué personas, con qué riesgos y de qué pasta está hecho o cuándo se le acaba la cuerda y ante qué "despliegues" marca, en mucho, la diferencia...
Me alegro de tu retorno, ocasional o no, con ese título uno aún puede darse cuenta de que algo de cuerda, para según qué cosas, siempre queda.
Saludiños e saudades,

Alfredo dijo...

Por aquí decimos: "no hay que malgastar pólvora en chimangos", aludiendo a la caza de cierta despreciable especie de ave carroñera autóctona cuyo consumo alimenticio se desaconseja por razones de higiene y decoro ;-).
Uno a veces se sorprende en medio de un festival de hienas y buitres, no queriendo ser el cazador ni la presa. En tales momentos, al menos a mí me sucede, las pilas se recargan automáticamente y la salida suele ser volver a lo que verdaderamente interesa, y en los ámbitos apropiados. Acabo de manotear las espumas negras y pesqué un apetitoso atún que ofrezco a los comensales en la entrada que sigue. La suprimí por larga, pero comprendí que no está tan mal. Otros prefieren darnos lecciones sin tener la menor calificación para enseñarnos absolutamente nada importante fuera de ciertas cuestiones meramente abstractas. Eso resulta gracioso pero también desconcertante.
Vostede xa sabe: sorriso e saúdo cibernético.

Alfredo dijo...

¿Pero qué he puesto ahí arriba? ¡Horror! Sale fe de erratas: el chimango es un ave de rapiña, el carancho, que suena parecido pero no es lo mismo ni por error, es la carroñera.
Igual, ni una ni otra, fuera de su función natural dentro del mantenimiento del equilibrio ecológico, tienen gran valor a los efectos de gastar nuestra pólvora. Ahora me reía solo, pensando en un título para un burdo ensayo patafísico de corte biológico-político: "Función social del carancho" (o del chimango, sé igual ;-))